miércoles, 30 de noviembre de 2011

Envidia (y de la mala)

Tengo envidia (y de la mala) del césped de mis vecinos. Es perfecto. Parece una alfombra, un ejemplo de bienestar emocional. Tiene carácter y es tan verde somo una sopa de espinaca triturada. Debo admitirlo: me molesta. Tan es así que ayer opiné lo siguiente:

-Son unos grasas, estos. Usan fertilizante, riegan cinco veces por día. Con veneno para la tierra y miles de litros de agua potable cualquiera tiene un césped así. Les importa un pito el medio ambiente, manga de forros. Encima se dan el lujo de contratar un jardinero. ¿Quién se creen que son?

Pero ya pasó. Hoy me siento libre, transparente y sincera; creo que hasta huelo a vainilla. Todo por admitir que tengo celos. Más aún, por confesar que yo también quiero un césped bonito, húmedo y apto a vuelta carnero. Entonces, ¿qué hago? Eso mismo me pregunté esta mañana, así que agarré el auto, estacioné en el vivero y compré dos kilos de fertilizante.

16 comentarios:

Yoni Bigud dijo...

Ah, sí, la envidia (mala o buena) puede ser un motor fabuloso. Son mayoría los sentimientos que no mueven a la acción. Qué sé yo... uno no hace nada. No sale de la cama por nimiedades.

Pero la envidia es otra cosa, sí señor. Es una de las cosas que mueven el mundo.

Que le quede bonito su césped.

Un saludo.

Pato Farina dijo...

Sos genial!

Lelé dijo...

Yoni Bigud: En este caso a lo que movió es una auténtica pavada. Pero bueno: ahí vamos. Gracias.

Pato: Gracias! Pero a decir verdad lo que aquí cuento es bastante miserable.

Martín dijo...

Creo que canalizó bien la envidia. Bien podría haber comprado cal y arrojarla sobre el cesped del vecino y quemarlo todo.
De todas maneras, la envidia, entre todas las miserias, es la menos peor.
Un beso Señora.

Damaduende dijo...

Fue y se los pisó? Al pasto de espinaca, digo. Hay una plaza acá cerca de mi casa, que tiene un pasto verde requete verde, y un cartelito re monono que indica "No Pisar el Cesped"... Hijos de puta. Mesejante passssto y no te dejan pisarlo ¬¬
¿Saben qué? ¿Saben QUE? Yo tengo mi pastito interior, decía Miguelito, y bien que hacía.
La felicito por canalizar su envidia para el bien. Hay mucha gente canalizando para el mal...

Lelé dijo...

Shimmy: Hola! YO no sé si canalicé bien la envidia. Porque comprar fertilizante no está entre las mejores opciones. No es natural, es caro; no se justifica. Usted dice que la envidia no está entre las peores miserias? A mí me 'pá que sí. Saludos!

Damaduente: Cuánta razón tiene! Sabe que mis vecinos tampoco pisan su hermoso pasto? Es inconcebible! Recuero el chiste de Miguelito, sí. Gracias por pasar!

Cecilia dijo...

Que todos los vecinos que tienen el césped tipo sopa de espinaca se vayan a la reputísima madre que los parió. Los detesto a todos. En mi barrio está repleto. Lo mío es gramilla y riego con un balde de mierda. Repito: con un balde. Porque me afanaron la manguera que tenía afuera, no pienso comprar otra y no pienso entrar y sacar todos los días la del patio.
Muy pero muy bueno tu comentario, como siempre, Lelé. Será que en muchos aspecto sme siento identificada.
Besos.

Lelé dijo...

Ceci: Me reí mucho con tu comentario. Porque yo también reventaría de odio si viviera en Patagonia. Esos mierdas sí que saben (y pueden) tener unos pastos de la san flauta. Forros. Pero ya van a ver. Algún día vos vas a recuperar tu manguera, vas a poner riego por aspersión y ya van a ver, esos. Sos una genia, escribís lindo. Beso grande!

Mario Minervino dijo...

Más que envidia fue desafío. Y de última está la huerta que tantas pero tantas satisfacciones te brinda y es única y no se compra.

Compartimos un brunch? dijo...

Yo tengo envidia de ti. Por tener un césped del que preocuparse...lo tuve y me pasaba lo mismo que a ti. Ahora que lo perdí añoro la preocupación por el estado de un césped. Cuantas veces no se valora lo que uno tiene hasta que lo pierde! Y seguramente tus vecinos envidien a su vez algo tuyo que tu no aprecias en este momento. Como somos!!!

Lelé dijo...

Mario: Sí, señor. Claro que sí. La huerta entre las grandes satisfacciones que me ha dado esta vida. Beso grande.

Compartimos un brunch?: Cuánta razón!!! Estoy segura, super segura de que en gran parte estamos compuestos por miserias. Pero ojo: no me gusta, no digo "y bueno, somos así". Hay que hacer algo con todas estas pavadas que ocupan nuestro tiempo. Por ejemplo, yo me tengo que dejar de joder con esta estupidez. Lamento que no puedas disfrutar de tu césped. Se nota que lo extrañas. Saludos!

Dany dijo...

Bueno....al menos no se te ocurrió tirarle cal u otro abrasivo. ¿Vas a competir por el mejor cesped? Esas cosas perfectas.....pueden volvernos locos de envidia....jaja.

No se lo merecen. Un beso!

Martín dijo...

Tenga Usted y su familia una Navidad feliz, en paz y junto a sus seres queridos.

Lelé dijo...

Dany: Tiene razón: no se lo merecen. Igual, lo sé ahora que mi césped está divino porque le puse fertilizante. Así que digamos que no cuenta.

Shimmy: Pero muchas gracias!!! Lo mismo para usted y su hermosa familia.

Anónimo dijo...

Lelé: su cesped no esta divino, pase el otro dia por la puerta de su casa y parecia un terreno abandonado. Se ve que la canalizacion positiva de su envidia no le duro mucho.
De todas maneras espero su invitacion para tomar una coca bien fria en su patio y verlos que hace mil que no los veo.
Saludos

Lelé dijo...

Anónimo: Quién en usted?! Cómo se atreve a decir que mi césped parece un terreno abandonado? Jamás ocurrió tal cosa, así que asumo que lo suyo es una insípida agresión gratuita. Pero le mando un cariño, porque parece que nos conocemos.