En sólo diez días he dejado de ser periodista gráfica para convertirme en gestora y, por qué no, electricista. Me bautizó alguien que casi no conozco que me llamó a mi nueva oficina en una compañía distribuidora de energía, donde ahora hago tareas de prensa.
-Hola, te habla D.M. ¿Cómo te va? Antes que nada te quiero felicitar por tu nueva función, desearte mucha suerte y ponerme a disposición para lo que necesites.
-¡Muchas gracias! No hacía falta.
-De nada. Pero te quería hacer una consulta.
-Decime.
-No tengo luz desde las siete de la mañana y mamá está muy enferma. ¿Podés averiguarme qué pasa, dónde está la falla? Mamá toma medicación que va en heladera, viste.
-Ajá. Dejame verlo. Igual te cuento que hace diez díaz que estoy acá. Imaginate que demasiadas precisiones técnicas no te voy a poder dar.
-Sí, ya sé. ¿Pero me hacés el favorcito?
Según me explicaron, todo aquel que se queda sin luz y pretende atención preferencial tiene a la mamá enferma (en la mayoría de los casos con cadera ortopédica) y al hijo con nebulizaciones. Y todos tienen razón, aunque mientan. A nadie le gusta que el lavarropas se le quede tiezo con la ropa enjabonada, la película justo en lo mejor o el chancho descogelándose en el freezer.
Después de ocho llamados cruzados el reclamo del casi desconocido se resolvió con éxito: había habido un problema con el pago y la empresa le había cortado el servicio.
Así que espero haber sido explícita. Si alguien quiere evacuar consultas vinculadas a los aumentos de la boleta de luz, acá estoy yo, que en los últimos días me la he pasado visitando transformadores y subestaciones eléctricas con la misma capacidad de entendimiento que... bueno, eehhh, en fin, que yo visitando transformadores y subestaciones eléctricas.
jueves, 15 de enero de 2009
jueves, 8 de enero de 2009
Así que que

Y hubo cumbre blogger entre Ani y yo en el centro bahiense (O'Higgins, casi Brown), cerca de las dos de la tarde.
-¡¡Hola, Ani!!
-¡¡Qué hacés!!
Así empezó el cónclave. Y así terminó:
-Hay que escribir más -sugerí respecto a este y a su ilustre blog.
-Sí, yo estoy vaga, aunque hoy hice algo -dijo ella tipeando en el aire.
Diálogo modelo enero 2009.
Fllllfffff, ffflllllff, hace el lago Gutiérrez por teléfono. Esteban trabaja en Bariloche y trasmite lago Gutiérrez. Y yo lo escucho y espero en nuestra casa mateando, extrañando, mirando, regando, funcionando.
Pregunta a las más altas autoridades del bloguerismo sensible: ¿en qué momento llega la armonía? ¿Existe la armonía o es como la felicidad, es decir, coyuntura milimetrada? Está bueno dar vuelta el rollo: mudarsea a una casa de color extraño, cambiar de trabajo y decidir casarse, pero también la paz. Sin embargo, la paz a veces aburre. Así que que, asíqueque, (¡qué bien suena la e!, ¡Ani, le encontré sentido a El qué de Lelé! ¡cómo me gusta la e!): ¿qué hay que hacer?
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