jueves, 15 de enero de 2009

Decime, dale

En sólo diez días he dejado de ser periodista gráfica para convertirme en gestora y, por qué no, electricista. Me bautizó alguien que casi no conozco que me llamó a mi nueva oficina en una compañía distribuidora de energía, donde ahora hago tareas de prensa.

-Hola, te habla D.M. ¿Cómo te va? Antes que nada te quiero felicitar por tu nueva función, desearte mucha suerte y ponerme a disposición para lo que necesites.
-¡Muchas gracias! No hacía falta.
-De nada. Pero te quería hacer una consulta.
-Decime.
-No tengo luz desde las siete de la mañana y mamá está muy enferma. ¿Podés averiguarme qué pasa, dónde está la falla? Mamá toma medicación que va en heladera, viste.
-Ajá. Dejame verlo. Igual te cuento que hace diez díaz que estoy acá. Imaginate que demasiadas precisiones técnicas no te voy a poder dar.
-Sí, ya sé. ¿Pero me hacés el favorcito?

Según me explicaron, todo aquel que se queda sin luz y pretende atención preferencial tiene a la mamá enferma (en la mayoría de los casos con cadera ortopédica) y al hijo con nebulizaciones. Y todos tienen razón, aunque mientan. A nadie le gusta que el lavarropas se le quede tiezo con la ropa enjabonada, la película justo en lo mejor o el chancho descogelándose en el freezer.

Después de ocho llamados cruzados el reclamo del casi desconocido se resolvió con éxito: había habido un problema con el pago y la empresa le había cortado el servicio.

Así que espero haber sido explícita. Si alguien quiere evacuar consultas vinculadas a los aumentos de la boleta de luz, acá estoy yo, que en los últimos días me la he pasado visitando transformadores y subestaciones eléctricas con la misma capacidad de entendimiento que... bueno, eehhh, en fin, que yo visitando transformadores y subestaciones eléctricas.

jueves, 8 de enero de 2009

Así que que


Y hubo cumbre blogger entre Ani y yo en el centro bahiense (O'Higgins, casi Brown), cerca de las dos de la tarde.
-¡¡Hola, Ani!!
-¡¡Qué hacés!!
Así empezó el cónclave. Y así terminó:
-Hay que escribir más -sugerí respecto a este y a su ilustre blog.
-Sí, yo estoy vaga, aunque hoy hice algo -dijo ella tipeando en el aire.
Diálogo modelo enero 2009.

Fllllfffff, ffflllllff, hace el lago Gutiérrez por teléfono. Esteban trabaja en Bariloche y trasmite lago Gutiérrez. Y yo lo escucho y espero en nuestra casa mateando, extrañando, mirando, regando, funcionando.

Pregunta a las más altas autoridades del bloguerismo sensible: ¿en qué momento llega la armonía? ¿Existe la armonía o es como la felicidad, es decir, coyuntura milimetrada? Está bueno dar vuelta el rollo: mudarsea a una casa de color extraño, cambiar de trabajo y decidir casarse, pero también la paz. Sin embargo, la paz a veces aburre. Así que que, asíqueque, (¡qué bien suena la e!, ¡Ani, le encontré sentido a El qué de Lelé! ¡cómo me gusta la e!): ¿qué hay que hacer?