lunes, 12 de noviembre de 2012

Y qué

Hace tanto tiempo que no paso por acá que no sé qué puede ser más importante: que mañana me entero el sexo del nuevo bebé que tengo en la panza, que este mes hace un año que trabajo de lo que quiero y como quiero o que Antonia, a sus dos años, almuerza conmigo conversando de igual a igual. Desconozco si a alguien le interesa que hace un par de semanas compartí de muy-muy cerca la muerte de mi tío Eduardo y que entonces llegué a la conclusión (aplausos, por favor) de que muerte y vida son más o menos lo mismo. Que estoy por volver a emprender el tortuoso camino de cambiar de casa o que al fin, de una vez por todas, renové el carnet de conducir sin desaprobar. Pero no, creo que lo más importante que tengo para contar es que este blog perdura solamente porque no vale la pena esmerarse en remontar, que despedirse es de cocorita y poco tenaz. Y que al final, a nadie le importa.