martes, 25 de noviembre de 2008

Dale gas


-Buen día, vengo a pedir el medidor de gas -le dije esta mañana a la empleada de Camuzzi Gas Pampeana, a quien a partir de este momento llamaré La Forra de Mierda Hija de Puta.
-Hola. A ver los papeles... No. Te falta pagar el sellado.
-¿Qué sellado?

Un sellado por la protección de los kiwis en Australia, que se cobraba en el supermercado de la vuelta y sin el cual no podía gestionar el medidor: el último eslabón para obtener el gas en mi casa nueva y, por añadidura, mudarme la semana que viene.

-Bueno, acá estoy -dije 15 minutos después, con el tickecito de los kiwis en la mano.
-Ajá. Pero vos todavía no podés pedir el medidor.
-... -Preferí el silencio. Preferí escucharla. Preferí orar.
-Lo que vos tenés que solicitar es el perforador, el zanjeo y la tapada. Son 115 pesos. Todo va a demorar entre diez y 15 días. Recién después podés venir a pedir el medidor.
-Pero cómo. A mí me dijeron otra cosa. A mí me dijeron que yo venía a pedir el medidor de gas hoy y mañana podía calentar la pava para el mate.
-Te dijeron mal.

No puedo confirmarlo, pero creo que entonces empecé a retener líquido.

-Listo. -Había pagado y vuelto a sentarme frente a La Forra de Mierda Hija de Puta. Sentía que jugaba al juego de la silla. Dele pararme y sentarme. Y el tickecito.
-Bueno, a partir de ahora van a ir a tu casa una, dos, tres veces más a hacer los trabajos. Después venís y pedís el medidor y lo colocamos.
-...
-Y no te olvides que necesitamos el boleto de compraventa con firma certificada por escribano. Sino, no hay medidor.

(...)

Los tres puntos suspensivos de más arriba representan mis elucubraciones para dar a este relato un final jocoso. Un cierre ocurrente, chispeante. Pues no puedo. Sólo me salen conclusiones de índole nacional socialistas. Y eso está mal visto, incluso por mí misma. Así que esto es todo. Buenas tardes.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Así quiero


10.15
-Hola, pá.
-Hola. Me dijo mami que la casa está quedando como un chiche.
-Sí, por suerte. Ayer terminamos de pintar. Nos quedan los zócalos.
-¿Y la caldera? ¿Qué pasó con la caldera?
-Pusieron la de tiro forzado y sacaron la chimenea.
-¡Menos mal! ¡Qué suerte!
-Sí, esta quedando lindo. Hasta el color me gusta ahora.
-¡¿Qué?! ¡¿Con todo lo que jodiste?!
-Sí, ahora me gusta. El sol y el viento le sentaron bien al color. Ahora queda lindo.
-Bueh. Meno, chau.

***

14.00
-Pido la palabra, señor presidente.
-Tiene la palabra, concejal.
-Esta ordenanza se está votando a las apuradas y sin análisis. Eso es todo lo que tengo para decir.
-Pido la palabra.
-Tiene la palabra.
-Coincido con el concejal preopinante. Mucho se habló de hacer un sistema de separación de basura en origen a modo de "shock" y el único "shock" exitoso que yo conozco es el del jabón de Susana Giménez.

***

16.00
-¿Cuántos caracteres querés?
-¿Cuál es el título?
-Que Covelia se va a hacer cargo de la basura.
-Cuatro mil, cinco mil.
-Me pasé, tengo seis mil.
-No importa.

***

17.00
-Mami, tenés que ver a una tal Marta Moreno. Decile que vas de parte mía. Que nos haga precio.

***

17.45
-Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz...
-¡Cómo duerme esta nena!
-Sí, duermo, chancho. No molestar.
-Me voy a correr. ¿Antes del curso vamos a ver al nenito?
-Sí. Duermo. La gente duerme.

***

19.10:
(Este post está dedicado a mi amigo Mario Minervino, que me pidió que actualizara el blog. ¿Vale así? En definitiva, es costumbrismo en su estado más puro. En bruto. Al instante, como se hace en muchos blogs; con flashes informativos y todo. Qué vá ser: tengo calor, sueño y ganas de tomar leche de coco. Pero directamente del coco, ¿eh? Y con una pajita. Así quiero.
)

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Ya está: me aseguré


No hay peor olor a caca que la de un adolescente. La de un adolescente genérico que se podría llamar Patricio. El peor olor a caca lo produce un adolescente: Patricio.

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Para lograr paz interna hay que ser bueno.

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Ir al médico no tiene sentido si no se juntan tres o cuatro enfermedades que requieren atención. Total, a partir de la primera visita vamos a tener que volver varias veces más: observación, estudios, análisis de estudio, diagnóstico, tratamiento, final de tratamiento. La consulta debe rendir.

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Celebrar que se quiere a alguien puede estar bueno.

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La hamburguesa con queso de McDonald's y los capelettinis son riquísimos.

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"El amor es libertad" (Mona Lisa)

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Los que viven en casas desordenadas y tienen una fina película de polvo sobre el calefactor son más felices que el resto.

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Si se aclara, no está mal robar las fotos del blog de un ruso virtuoso y genial.

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Hay que perdonar y entender a los hijos de puta, a los Malos. Cuesta, pero garpa.

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"Para que el pelo quede limpio es indispensable darse dos lavados de shampoo. Eso sí, el primero debe ser con un producto ordinario; el segundo, con uno de mejor calidad" (la Asesina).

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Sólo se puede cambiar una realidad si cambia una, decidida e individualmente.

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El zapallito también se come crudo. En tiritas.

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No está mal dejar de producir por un rato.

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El color "Arena de Sudán" para pintura exterior es una mentira de la empresa Alba. Debería llamarse "cremita". La paleta de colores de Alba no es confiable.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Salpicret

-¿Ustedes se acuerdan del nombre de sus tatarabuelos? No. Bueno, tampoco sus tataranietos se van a acordar del de ustedes. Así de insignificantes somos.

El que nos dijo esto también incluyó el concepto de "salvación divina". Pero lo de la nada histórica, reconozcámolo, estuvo bien. Libera de responsabilidades, qué tanto. ¡Se aprueban materias sin estudiar! ¡Hay que avisar! Sobre todo con música y vino, como ahora con Portishead y una copa que abarca toda mi trompa (más un pollo con papas dorándose en el horno), se puede mirar la ventana llena de edificios y ser un puntito de salpicret sin temor al patetismo. La historia no nos necesita, sepásmolo. ¡Pero hay más!: tampoco hay que preocuparse por la sarasa estúpida y cotidiana. Así que si el pollo se quema... Déjenme de joder. Yo quiero dormir.

Los spa deberían fomentar esta clase de sensaciones.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Tomátelas


Hace diez minutos entré a la verdulería de siempre. Había salido a caminar, estaba transpirada y sólo tenía una moneda:

-Hola, como andás. ¿Me alcanza con 50 centavos para un tomate?
-No -me dijo el verdulero, corto.
-Mirá que necesito uno solo, pasado y chiquito, para usarlo como salsa arriba a una porción de lasagna -mendigué.
-No. A lo sumo te alcanza para una mandarina.

¡Qué hijo de puta! ¡Le compro pasto día por medio! Pensé que me iba a decir que se lo pagara después o que sí, que me alcanzaba para un tomate podrido y jajaja. ¡El tipo no le vende espinaca ni a Popeye! He visto cajones de fruta descomponerse en su vereda. ¡Pedazo de forro!


Aclaración: La autora del blog "El que de Lelé" está nerviosa. ¿Por qué? No por algo grave, precisamente, sino por el estrés que ha representado el fiasco del color "Arena de Sudán" en el frente de la casa (la autora aprovecha para mandar a Alba a la concha de su hermana) y el todavía no resuelto modelo de su vestido blanco, entre otras razones de la misma calaña.