viernes, 29 de mayo de 2009

El cuento del tío


Fue como ir a visitar a un tío. A uno viejo y parco; a uno querible.

-¿Vamos al diario? -me dijo mi jefa.

A pesar de que sigo vinculada a los medios, no pisaba la redacción desde que renuncié en diciembre.

-¡¡¡Tbfksjerhtksuh!!! -pensaba mi cerebro infantil, pueril- Ay la puta. Menos mal que estoy vestida como siempre, si no van a pensar que me hago la canchera. ¡Ojalá que estén Marito y Javier! ¡Qué vergüenza! ¡Me quiero ir a tomar la leche a mi casa! ¡Quiero dormir!

Mis manos refunfuñaban: yo subía el ascensor y ellas temblaban. Ambas. Parejitas. Somatizaban casi seis años de periodismo abandonado.

-Buenas tardes -le dije a mi ex jefe, conciente de la sorpresa que causaba.
-¡Hoooolaaa! ¿Qué hacés por acá? ¡Señora! ¡Ahora sos señora!
-Vine a acompañar al gerente de la empresa para que le hagan una entrevista. ¿Cómo anda todo por acá?
-Y acá andamos. ¿No querés volver? Mirá que somos pocos. La otra es que cambiemos: vos vení acá y yo me voy allá donde estás vos.

Mientras saludaba a redactores, diagramadores, editores y jefes de sección, gente que quiero mucho y gente que casi no recuerdo, caminaba por los escritorios de la redacción como quien pispea los portaretratos de la casa de un tío. La de uno viejo y parco; uno querible.

viernes, 22 de mayo de 2009

Fffggg. Aaahhh. ¿¿?? ¡¡!! ¿Y si escribo?


Lunes

Le mando un aviso por e-mail a mi flamante consorte, Esteban. Pinta ida y vuelta. Viene así:
-Compré cable y una tapita de luz, pero rectangular porque no conseguí cuadrada. Fui a una cerrajería y a una ferretería y el cerrojo que querés no lo tienen: dicen que es malo, que se traba. Tienen uno más cojudo de 120 pesos. Beso!
-Lo de la tapa rectangular... Asumo con un 95% de certeza que es una joda. Cable: ¿compraste color fucsia, no? Si no, andá y cambialo por un cajón de manzanas y el muñequito de Verón del mundial 2002. Cerrojo: nunca tuvimos problema con el "llave cruz". Es lógico que te quieran vender el que ellos trabajan.
-¿Por qué no hablás claro, eh? ¿Por qué no te ahorrás tanto sarcasmo y decís que soy una oligofrénica? ¡Cuánta injusticia, por Dios! ¿Sabés quién va a continuar con estas gestiones? ¡Tu perra Ética! No había necesidad, che.
-Pobrecita. Tratar bien. Beso, E.

Pienso: Ffffffggggggggg...

Martes

Caminata deportiva por la avenida con "E".
-Mirá -dice, y señala al piso, sobre la bicisenda que hace pocos días hizo la Municipalidad.
-¡¡¡!!! ¿Cuándo hiciste? ¿Cómo? ¡No entiendo!
-El otro día.
-¿Vos romántico? ¿Y esto? ¡Es notable!
Sobre la bicisenda, un cursisísímo corazón tiene marcado adentro "Maru y Tebi". El resto del camino lo hago trepada a él como un koala.

Pienso: Aaaaaahhhhhhhh...

Miércoles

Conversación telefónica que nada tiene que ver con mi vida personal.
-Yo te paso el texto escaneado, pero queda entre vos y yo. ¿Ok?
-Sí, no hay problema. ¡Gracias!
-De nada. Gracias a vos.

Pienso: ¿¿¿¿????

Jueves:

Clase de piano. Partituras de Radiohead. Pablo, el profesor:
-Dale, tocala.
-¡Pero no me sale! ¡Y me frustro! Ya intenté y me frustré. No asimilo, che. ¡Se me hace una ensalada con las notas!
-Dale, no hay ninguna razón por la que no puedas sacarla.
Cautelosa, toco Karma Police y Like Spinning Plates.

Pienso: ¡¡¡¡!!!!

Viernes:

Me agasajo en la oficina con música más o menos fuerte. Faltan dos horas para empezar el fin de semana largo. Estoy tan contenta que ando con la espalda de lo más derechita.

Pienso: ¿Y si escribo lo más divertido que me pasó en la semana?

lunes, 18 de mayo de 2009

Más te vale


Silvana, madre de dos, tiene a su cargo por el fin de semana a dos sobrinos de cinco y siete años que se bañan jugando.

El más chiquito tirita. Silvana lo saca de la bañera y envuelve en un toallón. Aprieta la pequeña momia contra su pecho y sacude suavemente. Luego hace hincapié en la espalda: el chico transcurre de un lado a otro del toallón y en pocos instantes logra una temperatura cordial.

Silvana nota que el otro sobrino también tirita, así que reanuda el operativo: envuelve, aprieta, sacude y hace hincapié.

Su hija de seis, Emilia, seca y todavía sin bañar, pispea toda la escena desde la puerta.

-Más te vale que a mí me hagas lo mismo -le dice.

martes, 12 de mayo de 2009

No los conozco, pero los quiero


. Quino: Si lo vas a visitar a su casa, te acomoda la alfombrita de la puerta e invita a pasar al comedor diario con la mano semi apoyada en tu espalda. Quino habla con la voz baja y dice, "Buenas, muchacha, ¿cómo anda usted?".



. Brad Pitt: Se ríe de sus propios chistes, que son buenísimos. Es un excelente padre. A los varones les enseña a jugar a la pelota. A las nenas les hace creer que les saca la nariz y después se las muestra escondida entre sus dedos.


. Leila Guerriero: La tengo cariño, pero también la odio. ¡Es que me dá envidia! Es una periodista de la ostia que escribe como nadie. Así lo haga en el prospecto de un remedio contra la caspa, siempre la leo.



. Hugo Reyes, "Hurley", de Lost: El mejor de la serie. El único buen actor. ¡Pobrecito! Es tocoto, pero también tierno. Lo invitaría a comer unas pizzas con cerveza.


. Juan Pablo II: Lloré cuando murió. Era muy bueno. Muy bueno. Le gustaban mucho los chicos. Siempre quiso ser papá, pero no pudo porque era papa (cuac). Le tenía cariño. Creo.



. Michelle Obama: Su marido está bobo por ella. Aunque es un poco distante, invita a los parientes lejanos con un tecito. Deja que sus hijas se ensucien jugando con el perro.



. Tom Yorke: Le debo mucho. Me encantaría decírselo. La suya ha sido la banda de sonido de mi vida en los últimos diez años. Las plantas de interiores crecen mejor de tanto que se escucha Radiohead en casa.


. Borges: Cariño, eso me produce. Y no tanto por sus libros. De hecho, sólo he leído algunos de sus cuentos. Lo quiero por lo que ha dicho en muchos reportajes. Un viejo grandioso, cómico, depresivo, infantil y pintoresco como ninguno.


. Narda Lepes: Escucha Beck, manosea la comida y mastica casi como un caballo. Me gusta cómo hace el pollo al horno: lo agarra como un bebé, lo llena de condimento y una vez cocinado se come la grasa con un pancito. Me cae bien su asquerosidad.


. Antonia o Antonio: Así se va a llamar mi hijo/a el día que decida y pueda tenerlo. Creo que ya lo quiero.

viernes, 8 de mayo de 2009

Catrasca


Si necesitan algo, un favor, una tarta de frutillas, cualquier cosa, por favor no me llamen: estoy haciendo el trámite de la transferencia del auto.

Y hoy a la mañana sentí que el oficial de la Verificación Vehicular creía que mi cara era irrefutable, es decir, que yo era boba.

-No te puedo autorizar el auto si no grabás los vidrios -me dijo un hombre redondo en la Policía Caminera, a unos diez kilómetros de mi almohada.
-¿Grabar los vidrios? ¿Hkfeughoasuitysoeuryosaiuysvidrios? -pensé.
-Si querés, podés mandar a grabarlos en el centro, pero yo te los puedo hacer ahora por 40 pesos. Vos andá a hacer los papeles que yo te los preparo y te vas enseguida.

Caminé con unos papelitos en dirección a una oficina con toda la cara de boba de la que era capaz.

¡Arrrrrrrrrooooooooooo! ¡Alto ahí! ¡Ya me enteré!

Mi compañera Natalia me avivó hace un rato, a la hora del almuerzo, cuando le conté que me habían cagado en la verificación del auto.

-¡No! Solamente te grabaron los vidrios.
-¿Qué? ¿Cómo dijiste? ¿Grabaron? Yo mando a grabar películas, no vidrios.
-¡Sí! Lo hacen siempre. Graban el número de la patente en los vidrios. No pasa nada: no te cagaron.

¡Arrrrrrrrrooooooooooo! ¡Alto ahí! ¡Sí! ¡Ya me enteré!

No soy boba: soy catrasca.

domingo, 3 de mayo de 2009

Me arrepiento


Dos arrepentimientos a lo largo de mi vida:

1. Octubre de 1991
Tengo 10 años y Vicky, mi vecinita, me invita a dormir a su casa. Voy, pero me comprometo a levantarme temprano: al día siguiente se espera la visita del censista. Una maestra hará preguntas para el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas y debo estar presente en casa con mi mamá y mi mamá para verla y escuchar qué dice. Tengo que saber qué es un censo.
-No me lo puedo perder -pienso.
Al día siguiente me quedo dormida en lo de Vicky. Corro a casa. La censista ya hizo sus preguntas y se fue.

Primer arrepentimiento:
No haber estado presente en mi casa cuando se hizo el censo de 1991.


2. Noviembre de 2008
Conversación en la pinturería Alba.
-Buen día, vengo a ver pinturas de exteriores para mi casa -digo.
-Sí, cómo no, ¿qué gama de colores busca?
-Algo claro, pero no amarillo. Una especie de "arena".
-Mire, acá tiene la gama. Fíjese y me dice.
El vendedor abre unos papeles como un maso de cartas, los pone sobre el mostrador y se va. Cinco minutos después le hago una señal para que vuelva.
-Ya está, ya elegí. Quiero este, el que se llama "Arena de Sudán" -le digo, y señalo con el dedo un color.
-Bueno, pero yo le recomendaría que se llevara una lata de un litro y lo pruebe primero en su casa. Los colores de exteriores suelen verse distintos una vez puestos.
-No, lo llevo ahora.

Segundo arrepentimiento:
No haber probado la pintura exterior y que mi casa se vea "amarillita".