viernes, 8 de abril de 2011

El bollo


Se había ido de viaje un par de días por trabajo. Había tomado un avión en Buenos Aires a las seis de la mañana y pasadas las 7.30 llegaba a su casa en taxi. A la distancia, la imagen del lugar que compartía con su mujer y su bebé formaba un lindo fondo de pantalla. El pasto húmedo de otoño, el sol legañoso, el auto estacionado en la puerta; hasta las bolsas de la basura quedaban bien. Sintió alegría.

-Es por ahí –indicó al taxista-, donde está el auto gris. El auto gris… chocado.

Estaba fresco, unos diez grados, pero a él le agarró calor. Se le calefaccionó el cuerpo.

-¡¿Qué hizo esta piba?! ¿¡Cómo no me dijo nada!? –pensó.

Pagó al taxista, bajó del auto y tocó la puerta de su propia casa. Dormida y con el olor del bebé que acababa de dejar sobre la cama grande, abrió su mujer.

-Espero que hayas tomado el número de la patente –dijo él.
-¿Eh? ¿De qué patente?
-La del tipo con el que chocaste.
-¿Qué? ¿Qqqqué ccchhoque? ¿Qqqué?

El patio estaba mojado por la bruma y ella en pijama y zoquetes, pero igual salió. Se asomó al baúl y lo vio: un vistoso y sólido bollo se intentaba meter adentro del auto.

Y ella entendió. Rapidito entendió. El pequeño golpe que había dado el día anterior contra la pared de la cochera de su trabajo, ese que no había parecido nada, el que sólo había sonado como un “ppuum” bajito e inofensivo, era ahora un contundente y decidido bollo en el baúl del auto que habían comprado unos meses antes.

***

Ayer fui al chapista a pedir el presupuesto: 1.200 pesos va a salir la joda. Que me arreglen el orgullo va a costar un poco más.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy a un paso de los 28 y no se manejar.
Tuve dos clases y se que lo voy a tener que anotar en las cosas para las que NO sirvo.
He puesto en una red social hace unas semanas: Querer aprender a manejar a los 27 años es como querer aprender a garchar a esa edad.

@colorestrull

Mario Minervino dijo...

Lelé!! Lo contaste en tercera persona. Muy bueno, muy bueno...esa historia es, en parte, la historia de tu vida: salir en pijama a ver el bollito...

Patita dijo...

Aiaiai, che. Decime, ¿le dijiste a E. la verdad? Quizás si le decís que alguien se lo llevó puesto mientras vos dormías ("algún muchachito pasado de copas que salió de bailar a cualquier hora", por ejemplo) la tonelada que ahora descansa sobre tu orgullo se aliviane un cachito. Bah, qué se yo... yo lo haría.
Bollo... eeehh, digooo Beso! :)

Lelé dijo...

@colorestrull: La verdad, estoy de acuerdo. Querer aprender a manejar de grande es como una virginidad tardía, sí. Pero nadie dice que con el tiempo no puedas ser una excelente conductora/fornicadora. Saludos y gracias por pasar.

Mario: No entendí! "Salir a ver el bollito en pijama" es la historia de mi vida? O me levanté lela o vos hoy estás complejo. Nos debemos una charla. Hay novedades que aún no hemos conversado.

Patita: Desde ya, yo también mentiría. Pero por mi cuadra no pasa nadie en toda la noche, de veras, así se complicó para macanearle. La confesión la hice ese mismo día, unas horas más tarde. Desde entonces, el bollo es tema de conversación y burla diarios. Beso!

Anónimo dijo...

Lo que me respondieron en su momento cuando indagué es que el que te enseña a garchilear no transpira tanto como el que te enseña a manejar.

@colorestrull

Anónimo dijo...

Jajajaja!!!!
Hace poco me sucedió algo parecido, también con mi auto gris, nuevo. Nuevito!
Se lo compré a mi propio hermano, que tiene concesionaria, y siempre me critica por cómo manejo.
Después de un golpe importante, una noche, lo revisé y no vi nada extraño. Qué alivio!!
Pasó el tiempo y una mañana lo descubrí, abajo, del lado del acompañante: gigante palo le había dado al auto.
Me preocupé más por lo que me diría mi hermano que por el auto en sí. Activé un operativo inmediato con un chapista (el chapista de mi hermano) con quien hasta el día de hoy tenemos un pacto secreto: lo arregló en tiempo récord y nunca dijo nada a nadie. Y no me cobróoooooooo!!!
Hoy vino mi hermano a casa.
"¿Todo bien con el auto?", me preguntó, y fue a verlo debajo del toldo.
"Todo fenómeno", le dije. Jajajajaja

Cecilia dijo...

No quise omitir mi nombre. Soy Ceci, la del relato anterior!!

Briks dijo...

una cosa es que la gente piense que soy un machista y otra muy distinta es que lo sepan con certeza

ahorreme el comentario

de todas maneras ud SABE lo que opino

Le dejo ESTE REGALO para que no se siente taaaaan mal

Martín dijo...

Hay que tener mucho cuidado con los objetos que no estan en movimiento. Por alguna extraña razón siempre terminan en nuestros autos.
Manejo hace 17 años, la mitad de mi vida, (si, tengo 34) y mis únicos "toquecitos" han sido con una columna, un porton y una canilla, todos estacionando. La acompaño en el sentimiento.

Lelé dijo...

@colorestrull: Qué gran verdad. Qué gran verdad. Mucha suerte con tu nueva etapa de manejo. Y con la otra también, por qué no.

Cecilia: Que suerte la tuya! Que te hayan arreglado el auto sin chistar ni cobrar. A mí también me preocupó más la reacción de mi marido que cualquier otra cosa. Así somos, qué va ser.

Briks: Qué feo ser tan predecible. Su postura es abominable. Pero como lo conocemos y sabemos que existe Chopper y un sinfín de elementos que dulcifican su persona, lo perdonamos.

Shimmy: Albricias! Albricias! Mis únicos "choques" fueron con objetos inanimados! Dos veces. En buena hora que existan las coincidencias.

Agus dijo...

Voy a cometer una infidencia fraternal.
E. también chocó en sus años mozos contra un objeto inanimado. Más que un bollo: destrucción total de parabrisas y capot. Su excusa, la mejor que escuché hasta ahora: "tengo ceguera nocturna!".

Y que conste que estoy autorizada a revelar esto porque me mandó a poner la caripela a mí...tuve que decirle a papá que volvía de viaje: E. te robó el auto para salir anoche...y lo hizo bosta.

Anónimo dijo...

En la etapa de condutora no se si va a prosperar de la otra digamos que aprendi lo que tuve que aprender en su momento y despues de unos aÑo me voy perfeccionando.
@colorestrull

Lelé dijo...

Agus: Desconocía esta información. En otra oportunidad también chocó contra un ser inmóvil: un árbol. Hacía poco que salíamos. Conclusión: Esteban no puede hablar. Te lo agradezco. Me siento más valiente ahora.

@colorestrull: En buena hora! Cuánto autoconocimiento. Envidiable. Saludos.

Agus dijo...

jaja...el choque contra el arbol habría sido de noche?
Porque pobre, tiene ceguera nocturna...

ah, el objeto inanimado era un auto estacionado.

Anónimo dijo...

Bueno y pese el link que dejó me veo obligada a decir que también soy fanática de Briks, pucha que tengo que el si fácil.


gi!

Lelé dijo...

Agus: Cierto. La ceguera nocturna. Sí, el episodio contra un árbol fue de noche. Y el auto estacionado era un Taunus. Lo hice confesar. A partir de ahora, calladito la boca.

Gi: Lástima que Briks, en tanto blogger independiente, ya no existe más. Lo que queda es recordar lo que fue (como hizo él mismo rememorando acá su machista post) o lo que es hoy en grupo a trabes de MIB. Pero está muy bien!!!

Yoni Bigud dijo...

Los golpes contra las paredes nunca parecen nada. Los golpes contra las paredes siempre son algo para -aunque sea- mirar. Las paredes son duras y los talleres son caros. Sepaló.

Por eso en mi casa el único que tiene permitido chocar soy yo. Y lo hago muy seguido. Pero me doy cuenta.


Un saludo.

Yoni Bigud dijo...

Y... 18.

Perdón.

Lelé dijo...

Yoni Bigud: O sea que sus antecedentes son los que le permiten pecar en materia automovilística? Lo ha hecho contra un mural alguna vez? El comentario sobre el número 18 tiene algo que ver?