sábado, 14 de mayo de 2011

Deuda saldada


Todos los años paso una gran vergüenza. Una sola. La de 2010 la conté acá. Y la de este año ya está hecha. Lo cual es una suerte, porque de acá a fin de año tengo garantizado un tiempo de aceptación social. Quiero decir: es imposible superar el papelón que hice el otro día. Im-po-si-ble.

Llegué a la oficina con ganas de llorar por un problema menor que no puedo contar acá. Así que me metí en el baño, cerré la puerta, senté en el inodoro y activé la glándula lagrimal. A moco tendido. Salí, me miré al espejo y dirigí a mi escritorio con muchísima, pero muchísima pena por mí misma. Estaba para el cachetazo.

Eso fue tipo de nueve de la mañana. A la diez tenía una reunión por teleconferencia, una de esos encuentros muy cool con gente dispersa por la Argentina que se mira a la cara a través de LCDs. Ahí estaba yo, sola, apoyada en una mesa enorme y sentada en una de las 30 sillas del lugar.

Empezó la reunión. Qué patatín, patatán. Que "cómo estamos, cómo nos sentimos, cuánto disfrutamos el trabajo". Me empecé a poner nerviosa. En algún momento iba a tener que hablar.

-A ver, por favor -interrumpió el jefe-. Me interesa particularmente la opinión de Lelé.

Entonces fue el momento vergonzoso de 2011. Apoyé los codos sobre la mesa y tapé la cara con las palmas de las manos. ¡Claro que sí! Hice un auténtico puchero y me largué a llorar.

¿Que cómo remonté la escena? No lo hice. Lloré. Y lloré un poco más. ¿Si me cavé la fosa? Capaz.

Pero estoy más tranquila. Hasta diciembre quedan casi siete meses de paz. No hay forma de superar esto. La deuda 2011 está saldada.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

lelé me partiste el alma!
Basta de llorar es hora de activar y listo, pasar el año en lágrimas... eso debería darte mas verguenza que haber llorado en público... te salió así y no pudiste caretearla, te banco a muerte. Y arriba amiga que esos ojazos no se empañen mas!

Pili

Briks dijo...

Lo bueno: a nadie le quedó dudas de ""cómo estas, cómo te sentis y cuánto disfrutas el trabajo".


por cierto, decirle "buen día caballero" a una persona, para descubrir - 5 minutos después - que es una señorita, no es un poco peor?

me pasó el jueves

Patita dijo...

¡Me dieron ganas de abrazarte! Empaticé a full... Lo que sea que te haya afectado tanto, no puede ser más importante que todo lo lindo que tenés! No te digo que no llores porque no es mi estilo :) Soy La Llorona.
También te banco. Y te mando buenas ondas desde lejitos.
Beso grande!

Lelé dijo...

Pili: Puta madre! Quise que esto no sonara tan dramático. No porque no lo haya sido, sino porque no vengo acá a llorar mis penas. Bueno, más o menos. Como sea, te prometo que esto lo voy a resolver. Y que los papelones los voy a reservar para hacerlos con vos, así después nos reímos. Beso grande amiga!

Briks: Ah, no. Seguro que no. A nadie le quedó ninguna duda de cómo pensaba sobre esos temas. Lo que también pienso es que usted debería tener un blog donde contar lo que le sucedió el otro día. Acá el auditorio es mucho más austero.

Patita: Pero muchas gracias! Por la empatía y las buenas vibras. Creo que lo que me pasó fue muy femenino. Menstrual, diría. No estaba en esos días, pero como sea: tenés mucha razón! Por lo del rango de importancia, digo. Te mando un beso grande!

Yoni Bigud dijo...

No creo que se haya cavado la fosa eh. Esos desbordes anímicos son violentos e inoportunos, pero en algún punto terminan cayendo simpáticos.

Espero que las consecuencias no sean definitivas. El próximo año intente algo menos contundente.

Un saludo.

Cecilia dijo...

Mi mensaje es idéntico al de "Patita".
Arriba Lelé...!!! Vamos carajo!!! Cariños. Ceci.-

ani dijo...

Hago entrega del siguiente poema de Oliverio Girondo para que se sienta acompañada en su catarsis --maravillosamente redactada, por cierto.

Y no se haga drama... La autenticidad tiene adeptos de los buenos. O sea, los recpetores que interesan, seguro comprendieron su lapsus.

Lo suyo sería algo así, creo. UN abrazo con pañuelito, Lelé.

Llorar a lágrima viva

Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.

Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma,
la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.

Asistir a los cursos de antropología,
llorando.
Festejar los cumpleaños familiares,
llorando.
Atravesar el África,
llorando.

Llorar como un cacuy,
como un cocodrilo...
si es verdad
que los cacuyes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.


Llorarlo todo,
pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz,
con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo,
por la boca.

Llorar de amor,
de hastío,
de alegría.
Llorar de frac,
de flato, de flacura.
Llorar improvisando,
de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

Martín dijo...

Y estaba sola con 29 sillas vacias? Diga que no andaba por ahi, sino le daba un abrazo y le acercaba una Carilina. No resisto una mujer llorando.

Lelé dijo...

Yoni Bigud: Ojalá tenga usted razón. Pero el auditorio estaba integrado por un par de aves carroñeras de la peor calaña. La cosa esta dfícil, vea.

Ceci: Gracias, muchas gracias! No te vayas a creer que es grave, eh? Beso grande!

Ani: A mí me encanta la autenticidad. Pero la mía cae mal, me parece. Bah, no sé. Por favor! Qué hermoso poema! No sé nada del género, pero la frase "Llorar de amabilidad y de amarillo" es increíble. Gracias.

Shimmy: Exageré. Debe haber una veintena de sillas. Pensé que poner 30 era más dramático. Agradezco su sensibilidad. Ya la conocemos y nos gusta.

Martín dijo...

No me cargue, no sea mala.

Mario Minervino dijo...

Lelé. Una vez me puchereaste en el primer piso del diario y me pediste disculpas un mes por el hecho. Y eramos dos amigos, mano a mano tomando un café. Me imagino tu ahora. Creo que el error es pensar que llorar de puro auténtico que uno es es un mal signo. Es una lectura equivocada. Es una manifestación clara, contundente, pura y auténtica de un sentimiento. No para dar pena ni pedir consideración. Es para decir, a esto llegué. O de esta manera. Llorar es muchas veces sinónimo de dignidad y coraje, de sinceridad y humanismo. Yo siempre recuerdo alquel puchero porque es dís fuiste para mi una mujer en serio. Te quiero y extraño, siempre.

Lelé dijo...

Shimmy: No lo cargo! En este vecindario se valora mucho su sensibilidad. Es una forma de demostrar cuán pares somos. Si no, lea este post otra vez. Quiere más pruebas?

Mario: Aquel puchero! Inolvidable. Y vos fijate qué casualidad, porque los motivos de aquel episodio fueron muy parecidos a los del otro día. "Hasta acá llegué" "O de esta manera": tal cual. Fue el cumpleaños de DJ. Por qué no nos juntamos esta semana a comer los tres; o los cuatro con Sole? Besos. Y muchas gracias. Como siempre.

Anónimo dijo...

LELÉ...HACE CASI UN AÑO QUE LLORO...EN CUALQUIER MOMENTO, EN CUALQUIER LUGAR...PAPELÓN? NO. PURO SENTIMIENTO...INACAVABLE TRISTEZA...Y TODOS COMPRENDEN... HASTA LOS QUE NO ME CONOCEN...
La abuelita de Bahía Blanca.
Pd.: Un día me sorprendió en el banco...sentada en esas sillas pegaditas unas a otras...tanto aguantar el no hacer ruido mi cuerpo comenzó a moverse...y conmigo toooodas las personas sentadas en esas sillas tan hermanadas...nadie dijo nada...ahora me da gracia, en su momento mucha lástima de mí misma...

Lelé dijo...

La abuelita de Bahía Blanca: Usted es la abuelita y sabe, pero déjeme darle un consejo: si está en sus posibilidades, haga algo para sentirse mejor. Un año es mucho tiempo para llorar. Me imagino que sus motivos serán importantes, pero haga algo que la beneficie a usted misma. Nadie mejor que usted para saber qué. Como para que los arranques de llanto sean más esporádicos, al menos. Y coincido que las descargas son necesarias. Le mando un beso grande y arriba los corazones!