lunes, 6 de agosto de 2012

Olor a tostadas


Me acabo de enterar que un amigo de hace años se convirtió en rock star. Siempre fue muy bueno con la guitarra y ahora se puso de novio con una cantante portuguesa muy famosa, a la cual produce y cuya banda integra. Termino de googlear, twittear, youtubear y facebookear todo el asunto y, creánme, mi amigo de hace años la rompe. Vive en Londres, pero viaja por todo el mundo subiéndose a escenarios que miran miles de personas. Aparece en los video clips de su novia y se lo ve contento, explotando su potencial, que lo tiene, y viviendo el mundo.


Pensaba en todo esto y me alegraba con la noticia cuando se me empezaron a cruzar algunos flashes informativos:

  • Mis puteadas cuando el basurero no pasa.
  • Las veces que intenté hacer una tortilla y no me salió.
  • La repugnancia hacia mis abominables vecinos.
  • La bronca porque Esteban entra a casa con las zapatillas con barro.
  • La batería del auto.
  • Mis manos feas y chiquitas.
  • Las reuniones de trabajo en las que se compite a quién más canchero.
  • El limonero que nunca me dio un limón.

Hasta que todo pasó. Bastó darme vuelta y ver a Antonia durmiendo la siesta en el sillón, redonda, sana y divertida (abrigada y tapada por Pato, Muñeca y Pocoyó) y recordar que antes de irse a trabajar, Esteban me había dado unos besos y me había abrazado y hasta hecho upa, para decidir que ya era suficiente. Que mi vida es geográficamente estática, pero está llena de encanto, olor a tostadas y amor. Y que con eso, todos contentos.

7 comentarios:

Cecilia dijo...

Disculpame Lelé: Si algo recuerdo de vos (además de tu encanto, tu belleza, tu sonrisa, etc.) son tus manos de princesa Máxima Zorreguieta. Hermosas manos, femeninas, pequeñas, como deben ser para una niña con tu cara. Te lo dice alguien que esconde sus manos, porque se asemejan a las de un camionero. Grandes, huesudas, asquerosas. Y las uñas no me crecen porque tengo psoriasis, de manera que tampoco con eso puedo disimularlas. Recuerdo tus manos. Por favor no las critiques. Besos.

Lelé dijo...

Ceci: Qué divina! Es la primera vez que me dicen algo bueno sobre mis manos. Bah, mi mamá creo que alguna vez algo mencionó, pero claramente, no cuenta. Sabés que yo recuerdo tus manos y (te juro) estoy segura de haber pensado que esas eran las manos de una verdadera madre. Mirá las cosas que mirábamos en bufete del diario! Cosas de mujeres. Beso grande!

Martín dijo...

Si! Olor a tostadas = olor a hogar.
Hace poco compré unas tostadas envasadas y bajas en colesterol, lo primero que pasó por mi cabeza fue: Son tostadas sin alma.
Y con respecto a nuestras vidas es siempre la misma cantaleta, queremos lo que vemos en la vereda del frente: Libertades, salidas, mundo. Y seguramente sucede a la inversa, los que viven el mundo deben desear un hogar que huela a pan tostado. Lo bueno es ver lo que tenemos, amarlo, cuidarlo.
Merrencantó el post. Un beso!

Mario Minervino dijo...

Siempre es complejo comentar sus entradas, porque son ellas (las entradas) complejas. Me gustó lo del limonero porque un día va a dar un limón y la entrada que va a generar será de temer. Después, que este ñato sea feliz con su banda que nosotros lo somos con la nuestra.

Lelé dijo...

Shimmy: Aparte de no tener alma, las tostadas compradas hacen mal a los dientes. Son muy duras! Comparto la reflexión. Ver y querer lo que tenemos. Pero somos tan pero tan humanos! Le mando un cariño.

Mario: Tengo la teoría que el día que ponga un pie fuera de esta casa, cosa que va a ocurrir dentro de más o menos un año, va a salir un reluciente y jugoso limón. Aguanten las bandas domésticas!

Anónimo dijo...

Diciembre, Febrero, Junio, Agosto...estamos en Octubre, no estaría mal un nuevo Post, no?
Besos! (Ana)

Lelé dijo...

Anita: recién veo tu comentario. Gracias por pasar por acá a pesar de la decadencia! En parte por eso escribí lo de más arriba. Beso grande!