-Yo las amo a las dos.
***-Vamos a ver.
***-Si te sentaras en las rodillas de los tipos no tendrías tantos problemas.
***-Sépanlo: toda la vida van a ser pobres.
***-La próxima vez, te cocino.
***-Tu
examen de conducir no pasa. Volvé la semana que viene.
***-En cinco años no hiciste nada que valiera la pena.
***-Te estás desubicando.
***-Eso, eso, esto, eso del periodismo... Es una mentira.
***-Disculpame, pero me sale decir lo que me pasa. Soy una persona sincera.
***-Vos hacé lo que quieras, pero yo no estoy de acuerdo.
***-¡Pero cómo no voy a preferirlo, si es el único que me quiere, que me dá satisfacciones!
***-Faltó estudio. Usted está desaprobada.
***-A veces no tengo ganas de estar con vos.
***-¿Me estás amenazando?
***-Hay que ir, cobrar e irse.
***-Siempre que aparecés vos, hay quilombo.
***-¡Ya lo sabemos todos! ¡Vas a terminar siendo la secretaria de un doctor!
***-Tenemos que hablar.
(Frases de mierda dirigidas a mí u otras personas, tanto en ámbitos laborales como universitarios y camas, comedores diarios y charlas de mate de verano. Con el aval del rey Juan Carlos de España, a todas les habría quedado bien la misma respuesta: ¿
Por qué no te callas?)